viernes, 10 de febrero de 2012

SER O NO SER

Soy la imagen del futuro agazapada en un insomnio. Soy el hijo de Sodoma, su parte más lasciva. Soy la lengua que escupe las palabras y pensamientos de los pudorosos. Soy un pecho que sangra veneno y se suicida por placer. Soy el efímero suspiro de esa mujercita que todavía no ha conocido lo que significa la palabra mujer. Soy la mirada perdida de un mendigo con sueños de magnate. Soy el diente podrido de una médium que se encamó con todos los curas de una santísima iglesia. Soy la cama de tortura donde duermen las tristezas y las angustias. Soy saliva de esos labios que nunca quisieron rozar los míos, la pasión escatimada de Ella, la más hermosa, la que siempre dio su cuerpo y nunca su amor. La traición desesperada de un amigo de toda la vida. Soy la plegaria obligada de aquel que ha pecado. Soy la seducción de lo prohibido. Soy la visión del mundo que tiene un enfermo esquizofrénico, la emoción del que gana una partida, la tentación de los sometidos, la sincera distracción del que dijo una mentira.
Pero a pesar de todo esto, no soy ni la mitad de lo que he querido ser.