"Mi
lengua era la que chorreaba flujo después de haber escarbado durante más de una
hora esa mina de oro en su entrepierna. Luego su himen de acero era el que
aparecía inquebrantable ante las embestidas de mi humanidad. No encontraba la
llave que encaje exacto en el cerrojo de esa caja de Pandora blindada por
Venus. El banquete estaba servido allí, convulsionado. Liberado el mar de transpiración. El
infierno alojado en cada poro. Un volcán en erupción. Fue mi diablo el que
afiló la daga antes de tajear su cuerpo. Mi animal era un salvaje acorralado
ante una multitud. Orgullosamente erguido escarbaba hondo en su signo de Eva.
Sus garras se clavaban en mi espalda, (no vaya a ser que a la vuelta de este
viaje intergaláctico no queden rastros). Un grito que socorría, que aliviaba,
que sanaba, se acurrucaba en mi pecho cuando el universo estallaba a nuestro
alrededor. El estertor desvaneciéndonos por un rato, dejando atrás un ejército
de orgasmos victoriosos en la última batalla.
Aunque
uno no lo descubra a simple vista, el amor tiene fecha de vencimiento y solo
nos damos cuenta de ello cuando estamos llenos de moho."
Fragmento de Mi Princesita se Transformo en Sapito