"Se escarcha la noche.
Es tarde en tu cama. El insomnio me vomita y no me deja andar por los caminos
que me lleven rumbo a los dominios de Morfeo. Te dejo perdida en tus sueños y
salgo al parque. Mi aliento se transforma en ruinas. Camino entre los fantasmas
que alguna vez acariciaron tu piel. Me escondo en las palabras que hace unas
horas usabas para convencerme. Por más que quiera, por más que lo intente, tus
caricias ya no me erizan la piel. Es la soledad, ese criminal que ha sido
declarado inimputable, que me toca y me enfría la sangre.
De lejos me llegan
susurros que aniquilan la verdad. La traición es un veneno sin antídoto. La
niebla me devuelve pensamientos: Somos un error, somos ese crimen que todavía
no se cometió. Llevamos en la sangre el fracaso."
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