domingo, 26 de septiembre de 2010

BETO

Con el diario bajo el brazo

El dueño de la calle es Beto

Que el futbol es pasión

Que Argentinos Juniors va a salir campeón…

Que el barrio y la bohemia

Heridas que no cierran

En el anden siempre esperando

Una santa que no llega

Un ramillete de flores

Para velar una pena

Santiago no esta tan lejos

Queda cruzando la otra vereda

Son días de vacas flacas

Se ve en sus chinelas

Se las rebusca vendiendo medias

Y las doñas lo arengan

Es tan grueso el cristal

Que lo separa de la peña

Que lo engatusa una tragedia

Tres promesas y una prenda

Que huele a Dolce Gabanna

Y es el canto de una sirena

Se juega todas sus monedas

A un pleno en la quiniela

Un kamikaze de otros tiempos

Volando sin reservas

Sin miedo a estrellarse

En el cuello de una botella

domingo, 19 de septiembre de 2010

Nostalgia

Ay… ese aliento que todavía llevo impregnado en mi nariz… La tarde nos amenazaba con querer darnos otra oportunidad. Pero ¿será que nuestras cartas nunca han sido buenas o será que son solo un par de malas manos? Ya habíamos transitado por ese abismo-paraíso, por esa breve línea que separaba nuestros buenos y malos días ¡Es que he hecho todo a lo que mi alcance estaba! Aunque dicen que no se ha hecho todo hasta ver concretado eso que tanto deseamos. Era yo el que se miraba ahora con desprecio en ese espejo. ¡Cuantas margaritas podría haber desojado en su nombre! ¡Cuanto silencio podría haber escondido en mi boca! Las imágenes se me anclaron en el cráneo y no me dejaban olvidar. Y la piel se me arruga al descubrir las mismas sensaciones de aquellos días.

sábado, 28 de agosto de 2010

Anduve revisando algunos viejos textos y encontre algunas frases de Raymond Radiguet que me gustaria compartir:

“Lo que fastidia no es dejar la vida, sino abandonar lo que le da sentido ¿Qué diferencia hay entre vivir juntos y morir juntos?”

“Todos los amantes, hasta los mas mediocres se creen innovadores”

"El amor debe tener sin duda grandes ventajas, ya que todos los hombres le ceden su libertad”.

miércoles, 25 de agosto de 2010

El Hombre Trampa

¿Qué es lo que debe hacerse cuando se sabe que la novia de un amigo quiere pasar una noche de escarnio en tu cama? ¿Qué es lo que debe hacer uno? ¿Arrojar al fondo de un morboso tacho de basura veinte años de amistad y entregarse a los efímeros placeres de una damita a la que no le harías asco? ¿Mantener una fidelidad incondicional hacia la persona que ha compartido distintos momentos de felicidad y tristeza junto a uno? ¿O esconder bajo el manto de la mentira unos minutos de desenfreno? En el caso que uno opte por hacerse el desentendido, finja olvidarse los lazos de amistad y decida invitar a quien desea hacerse la inocentemente dormida en una cama desconocida ¿Podría llamarse a esto una traición? ¿De quién? ¿De ella o mía? ¿Podría considerarse deshonesto mirar a la novia de mi amigo con miradas que desnudan y que ella secretamente sienta placer? Pero en este caso ¿quién seria el egoísta? ¿Mi amigo o yo? que por respeto a él me retraigo y no llevo a mis aposentos a quien desea en lo mas profundo de sus hormonas estar allí ¿Yo soy el mal amigo o él, que fue testigo de mis desgracias y a pesar de ello me niega un bonito cuerpo y unos labios que provocan que él posee todas las noches y yo sólo aspiro a una?

sábado, 7 de agosto de 2010

Sangre

Remontémonos a los momentos en que Amor y Sexo formaban una sola palabra. A esos tiempos, en los cuales sufríamos de una adicción mutua tal que llegábamos a hacer cosas inenarrables por estar juntos. Nos sentíamos cada uno, parte de un universo perfecto. Sucedía que podíamos encontrar en los ojos del otro las respuestas a las preguntas que no se hacen con palabras. Nuestros cuerpos se necesitaban de la misma forma en que un motor necesita de combustible para funcionar. Pero por aquel entonces, hubo ciertos hechos motivados indudablemente por una suerte de crisis de abstinencia, que empañan los bonitos recuerdos de esa época. Pasó que por diversas razones ninguno de los dos tuvo noticias del otro durante tres días consecutivos. Debieran haberla visto como la vi yo al cuarto día, para comprender a lo que me refería al hablar de adicción. Estaba sentada frente a su jodido espejo, descubierto todo su cuerpo de ropaje alguno y con una jeringa, con la cual succionaba la sangre de su brazo y la depositaba dentro de una taza. Pálida como una hoja de invierno, su angustia se concentro en su semblante cuando percibió mi presencia. Me había jurado que si alguna vez yo la abandonase físicamente, la única forma de poder extirpar el amor que sentía por mi sería vaciando por completo sus venas. La observe sorprendido desde la puerta de la habitación. Parecía haber sufrido mucho (¡Y sólo habían sido tres días!). Permanecí inmóvil durante algunos interminables segundos. Ella tomó la taza en la que depositaba su sangre con suavidad y me la arrojó encima un instante ante de desvanecerse.

viernes, 23 de julio de 2010

MI PRINCESITA SE TRANSFORMO EN SAPITO - Parte VI

VI

Mi legua era la que chorreaba flujo despues de haber escarbado durante más de una hora esa mina de oro en su entrepierna. Luego su himen de acero era el que aparecía inquebrantable ante las embestidas de mi humanidad. No encontraba la llave que encage exacto en el cerrojo de esa caja de pandora blindada por venus. El banquete estaba servido allí convulcionado. Liberado el mar de tranpiración. El infierno alojado en cada poro. Un volcan en erupción. Fue mi diablo el que afiló la daga antes de tajear su cuerpo. Mi animal era un salvaje acorralado ante una multitud. Orgullosamente erguido escarbaba hondo en su signo de Eva. Sus garras se clavababan en mi espalda, (No vaya a ser que a la vuelta de este viaje intergalactico no queden rastros). Un grito que socorría, que aliviaba, que sanaba, se acurrucaba en mi pecho cuando el universo estallaba a nuestro alrededor. El estertor desvaneciendonos por un rato, dejando atrás un ejército de orgasmos victoriosos en la última batalla.
Aunque uno no lo descubra a simple vista el amor tiene fecha de vencimiento y solo nos damos cuenta de ello cuando estamos llenos de moho

jueves, 15 de julio de 2010

Se me pianta un diablo

No la beso todavia porque su boca, a pesar de provocar cierto magnetismo, da un poco de miedo. De tanto lapiz labial uno puede temer que al besarla lo declaren culpable de cualquier delito de amor. Mientras tanto me cuenta de sus siete figuras, de las cuales hoy reniega porque se las hizo un ex novio tatuador. Me muestra su estrellita mal dibujada al costado de la oreja y me habla de las patitas de oso que le trepan por la ingle. Entre frase y frase me exhibe su lengua que de tantos piercing (dos) parece un anzuelo capaz de pescar a cualquier incauto. Despunta otro trago ya que un mamon generoso no permite que nadie de los presentes tenga su vaso virgen y desgrana su discurso (creo yo que lo tiene bastante ensayadito) de el por qué también acusa nueve agujeros quirugicos atravezados por un trocito de metal (algunos en plata otros quien sabe) en el resto de su cuerpo. Me dice que a ella le gusta el dolor, yo le hablo de mazoquismo pero la rebeldía que defiende su juventud intenta no darme la razón. Por eso me cuenta del piercing que le atravieza el pezón y se regodea de mi gesto de impresión. Cuando le sugiero que me lo muestre ella se niega, quizas sabiendo que dentro de un par de horas mi lengua iba a ser la caricia estremecedora que surcaria en torno a él. Es que en su rumba no existe brújula y va por donde sospeche que pueda descubrir algo que la entusiasme. No llega a pasar un largo rato cuando me propone cambiarme un buen beso de metales boyando en mi boca si le compro un paquete de cigarrillos. Si bien mi espiritu no admite este tipo de sobornos, digamos que la curiosidad me hace sentir que el precio es bastante bajo. Igual no cedo de inmediato (no es de buen negociador) ya que los dos pesos del costo del paquete no es lo que me incomodaba sino mas bien, salir en busca de un kiosko abierto cuando hace apenas unos minutos ha despuntado el el alba. Al final me convence y más por compañerismo entre seres nocturnos que por el premio deambulamos por esas calles desconocidas para ambos. Un par de hienas a los que el tanque les marcaba lleno desde hacía horas nos invitan un trago del pico de una Quilmes. Dos muchachotes que parecian albañiles de la torre Eiffel de los barrios más marginados de La Matanza a los cuales mi damita les temía, o por lo menos eso me pareció ya que me toma de la mano y trata de atraerme hacía el otro lado. Mi metro ochenta y cuatro y los ochenta y tres kilos que acuso hacen que me les acerque sin temor y les pida unos cigarros, los cuales me los invitan gentilmente. Dos cuadras mas tarde, ya camino a la casa del mamon llena-vasos encuentro ese premio que intento que me entusiasme un poco, aunque eso no pasará del todo al menos en las siguientes horas. Una vez en el comedor de la casa nos encontramos con otra botella de agua, malta, levadura y lúpulo fermentado recien abierta y al dueño de la casa desmayado en una cama ¿Será que habremos atravezado ya cierto límite? (hace unas cuantas horas éramos dos vulgares desconocidos), pues me cuenta de sus fantasias. Asegura no ser bisexual pero se aventuraría sin tapujos a compartir una cama con otra señorita y hacer y dejar hacerse lo que realizaría con cualquier hombre. Una cosa lleva a la otra. Una sola cama en una habitación donde también dormían otras personas a roquido limpio nos invita a intentar un sueño cuando las nueve de la mañana comienzan a imputarnos. “No quisiera sacarme los pantalones porque no me afeite, no pensé que ibamos a terminar asi” me dice al oido mientras nos tapamos hasta la cabeza. De cuando en cuando se me pianta un poquito un diablo capaz de encender cualquier fogata y mi niño explorador descubrirá durante toda esa mañana aquellos lugares de su cuerpo no tan inocentes pero no por eso menos deseables.

viernes, 9 de julio de 2010

CATARSIS

Hubo un momento en que todo se acabó. El cielo se cayó de mis ojos, la noche se rompió de repente y los dioses vomitaron su última borrachera. Todas las palabras sufrieron terribles mutaciones y se transformaron en silencios. En mi fábrica de recuerdos los obreros de mi memoria se negaban a trabajar y aunque mi último instante hubiera sido de felicidad mi melancolía no lo registraba. Suelo no ver más que con los ojos del recuerdo. Quería huir de la intensa tormenta de dolores que anunciaba mi cuerpo. No tuve mucha posibilidad de elección. En mi refugio había una copa llena de lágrimas y no dude en brindar por mi destino augurando siempre lo mejor.Nadie desea lo que no conoce y si Dios es el camino, yo sé que tus tetas son la autopista al paraíso. Estoy cansado de someterme a universos de farsas. Es que a veces ignoramos que los dados del destino están cargados y al echar los sucesos a la suerte siempre caen del mismo lado. Amantes de neptuno, roqueritos de baladas. Salada está la lengua para percibir algunas sustancias. Una jungla de deseos que hay que atravesar, pero antes hay un desierto de mentiras y verdades (de verdades mentirosas). Sin sentido de la dirección, atribuyéndole el camino a mi brújula instinto voy sembrando pensamientos, ideas muy profundas creadas para evitar no decir nada. Tan profundas que a veces no llego a encontrarlas en el pozo ciego de la realidad. No puedo ser coherente en el campo de los imbéciles y soy bastante estúpido en ámbitos normales. Burdos imitadores de este mundo bosquejaron un sueñito que de tan lejano que lo creyeron, la muerte los espió primero.

martes, 30 de marzo de 2010

"Para siempre me parece mucho tiempo..."

"Yo no tengo fechas para recordar, mis dias se gastan de par en par, buscando un sentido a todo esto..."



domingo, 7 de marzo de 2010

El Chupadero

"Esto es un chupadero de ganas. Quien conoce verdaderamente lo que es estar vivo y lo meten en este maldito pulverizador del virus de la felicidad prefiere ser quemado en vida antes de permanecer mas de lo que puede en este jodido lugar. Acá quieren domarme, anestesiarme las ganas de hacer cosas que me hagan feliz. Te meten la jeringa con el germen de lo que ellos llaman cordura. Ese germen va fagocitando tus ambiciones y destruyéndote esa hormona que te hace sensible frente a determinados sucesos. Así quedas sin la capacidad de darte cuenta de que si alguien te abraza, si estas sintiendo a alguien, es porque ese alguien también te siente. Aquí nos ciegan. Nos apagan los ojos del alma. Toda la vida nos van forjando y conduciendo por caminos que aniquilan nuestra rebeldía. Esa rebeldía que se subleva ante las cosas que realmente no queremos hacer y sin embargo nos obligan a hacer porque dicen que así debe ser. Los defecadores del espíritu están por todos lados, uno debe escaparles y si se tiene la oportunidad hay que matarlos. Porque ellos hacen cosas peores con las personas: Las enajenan. Un alienado no distingue y hace lo que le dicen que esta bien... "

Dixit Ismael, El Profeta del Suburbio